El primero que describió inclusiones benignas en ganglios linfáticos fue Reis en 1897 (1,2) en mujeres sometidas a cirugía por diversos tumores del tracto genital. Desde entonces se han documentado diversos tipos de inclusiones, que podríamos agrupar en tres categorias:
a) Inclusiones epiteliales: tiroides, endometrio, mama, glándula salival, etc.
b) Inclusiones de células névicas y glómicas.
c) Inclusiones de decidua.
La frecuencia de inclusiones glandulares benignas en ganglios linfáticos retroperitoneales y pélvicos es muy variable. Horn y Bilek3 encuentran estas inclusiones en 34 casos, de un total de 1.039 mujeres tratadas con histerectomía total por carcinoma de cérvix, lo que representa un porcentaje del 3,34%. Son hallazgos casuales, que no tienen nada que ver con el tumor que motivó la intervención quirúrgica, como en ocasiones se ha insinuado, puesto que, a veces, se encuentran en ganglios linfáticos de piezas quirúrgicas sin tumor. Casi todas las personas son mujeres adultas (media, 40 años3), aunque el rango es muy amplio. De hecho nuestra paciente tenía 76 años. Excepcionalmente se han descrito en niños y en hombres.
Los ganglios linfáticos afectados pueden ser uno, lo más común (64%), o varios, en nuestro caso tres. El número de inclusiones por ganglio también es muy variable, siendo la media 6,53. Se localizan sobre todo en la cápsula y/o en la corteza. El epitelio es cilíndrico, cuboideo o incluso plano, si, como a veces ocurre, hay una prominente ectasia glandular. No existen atipias citológicas ni mitosis. Puede haber células claras, células ciliadas , células con secrección apocrina y células intercaladas, de manera que recuerda a la mucosa tubárica, de ahí el término de "endosalpingiosis". No es raro que la luz contenga material de secrección amorfo PAS (+). Por fuera del epitelio glandular no se reconoce estroma de tipo endometrial.
La teoria histogenética más plausible es la que considera a las inclusiones glandulares benignas como restos heterotópicos derivados del sistema Mülleriano secundario con diferenciación endosalpingiótica3
Tabla_1 .
El
diagnóstico diferencial más importante debe hacerse con la
metástasis por adenocarcinoma Tabla_2 . El patólogo debe tener en cuenta que la endosalpingiosis es una de las lesiones simuladoras de metástasis por adenocarcinoma, incluso en ganglios linfáticos supradiafragmáticos (4). La ausencia de estroma endometrial permite diferenciarlo de la
endometriosis .
Las técnicas inmunohistoquímicas pueden ser útiles, no solo para aportar más luz sobre la histogénesis, sino también para el diagnóstico diferencial con metástasis por adenocarcinoma, en nuestro caso de recto. Creemos que el CEA puede ser un marcador interesante, ya que tiñe intensa y difusamente los citoplasmas de las células del adenocarcinoma, mientras que se limita a un fino ribete apical (placa basal) en las inclusiones glandulares benignas
Figura_4 . Otros autores (3) señalan como hecho característico de las inclusiones glandulares el ser CEA (-).